Este término, que puede sonar extraño para algunos, se refiere a una tendencia en el mundo de las bodas que implica hacer una sesión de fotos después del gran día, donde la novia usa su vestido de novia en lugares inusuales o en situaciones “incomodas”.
Pero, ¿por qué “trash the dress”? Aunque el término pueda dar la impresión de que se trata de arruinar o destruir el vestido, en realidad se refiere más a la idea de llevar el vestido a lugares o situaciones donde normalmente no se usaría, y donde hay una mayor probabilidad de que el vestido se ensucie o se moje. Es una manera de crear fotos creativas, en contraste con las fotografías más formales y tradicionales tomadas el día de la boda.
El “trash the dress” puede realizarse en una gran variedad de locaciones, desde playas y bosques hasta calles urbanas o incluso bajo el agua. Algunas parejas optan por realizar la sesión en lugares abandonados, parques abandonados o incluso dentro del mar.
La sesión de “trash the dress” puede ser una oportunidad para que la novia se divierta y se sienta liberada después de la formalidad del día de la boda. Algunas parejas eligen hacer esta sesión unos días después de la boda, mientras que otras lo hacen semanas o incluso meses después. Algunos incluso aprovechan la oportunidad para renovar sus votos durante la sesión, añadiendo un elemento adicional de significado y celebración.
La próxima vez que escuches el término, ya sabes que se trata de algo más que arruinar un vestido; se trata de crear recuerdos duraderos y aventuras emocionantes después de la boda.
¡Considéralo para tu matrimonio!